Proceso que se caracterizo por la aceleración de la producción, la ampliación de los mercados a los que llegaban estos productos y el aumento de la población que dependía de los trabajos asalariados.
En ese contexto, surgieron nuevas fuentes de energía, como el vapor que llego a utilizarse en diversos sistemas y motores, por ejemplo: telares, motores de buques, bombas hidráulicas y en la locomotora.
De esta forma, la industria y el avance tecnológico permitieron una nueva etapa de desarrollo industrial sobre todo, en los países Europeos y en los Estados Unidos de América que experimentaron con nuevas fuentes de energía, como fueron la electricidad y el petróleo.